Además de las dolencias menores como torceduras y contusiones de mayor o menor grado, los trabajadores de los Cercos padecían enfermedades profesionales específicas en función del servicio en el que trabajasen. La mayoría de ellas no fueron reconocidas como tales por el Estado hasta los años 60 del siglo XX y los obreros que las padecían se encontraban desprotegidos. Los accidentes eran bastante frecuentes en estos complejos fabriles como consecuencia de la larga jornada laboral (10-14 horas diarias), la repetición de tareas que generaban descuidos y la ausencia de medidas de seguridad. A continuación hacemos un resumen de las enfermedades profesionales más importantes de los trabajadores de Los Cercos.
Saturnismo: También se la denominaba cólico del plomo. La padecían los trabajadores de la fundición de plomo y el taller de desplatación. Se producía por la ingestión de plomo, debido a que los obreros comían en la propia fábrica sin las medidas higiénico sanitarias adecuadas. Provocaba anemia, daños en el cerebro y sordera a largo plazo.
Silicosis: es una enfermedad respiratoria ocasionada por la acumulación de la sílice que va aparejada al carbón en bronquios, ganglios linfáticos y pulmones. Entre las consecuencias más importantes para la salud se encontraba la insuficiencia respiratoria, tos crónica, fatiga, pérdida de apetito y pérdida de peso. Esta enfermedad profesional era bastante común en los mineros de los Cercos y de toda la cuenca. Acortaba su vida de quienes la padecían en algunos lustros.
Ántrax: era una enfermedad de origen bacteriano bastante frecuente durante los años 30. La humedad de las minas y la falta de higiene favorecían su aparición. Se presentaba como un tumor subcutáneo que afectaba también a la dermis, dando lugar a la formación de un clavo de gran tamaño. Estos tumores podían ser numerosos, tomando sus bocas el aspecto de un nido de avispas. Este es el motivo por el que también se les llamaba avisperos. Curiosamente ántrax significa carbón en griego, si bien es llamado así por el color que toma la piel en las zonas afectadas.
Anquilostomiasis: también era llamada la anemia de los mineros. Esta enfermedad estaba producida por un gusano parasitario que se reproducía en la tierra y penetraba en el cuerpo a través de la piel, provocando numerosas hemorragias intestinales, lo que producía una anemia progresiva en el trabajador que podía llegar a ser muy grave. En algunas minas donde no se cuidaba la higiene y la salubridad, la anquilostomiasis llegaba a alcanzar carácter de epidemia. Esta enfermedad profesional fue estudiada por el médico, y luego alcalde peñarriblense, D. Eladio León y Castro.
Bronquitis industrial: era provocada por la inhalación de polvos, humos, gases y vapores de las diferentes industrias de los Cercos, principalmente metalúrgicas y químicas. Los síntomas eran dificultad para respirar, silbidos, inflamación de tobillos, pies y piernas. En los enfermos más graves, la piel adquiría una coloración azulada como consecuencia de la deficiente oxigenación de la sangre.
Quemaduras: normalmente se producía por exposición a agentes químicos. Era muy común que los trabajadores de la sección de productos químicos manipulasen ácidos y sustancias corrosivas. Todo ello unido a unas deficientes medidas de seguridad producía ingentes accidentes incapacitantes. Las quemaduras también podían ser ocasionadas por la exposición a electricidad, en la Central Térmica, o por explosiones en los pozos como consecuencia de la acumulación de gas grisú en las galerías. Dada la frecuencia con la que se producían estos accidentes existía una sección de quemados en el hospital de la SMMP.
Amputaciones: la utilización de maquinaria industrial producía cortes y separaciones de extremidades por traumatismo o por atrapamiento. Estas situaciones podían darse en cualesquiera industrias de los Cercos, dado el elevado número de elementos pesados que se manejaban sin las debidas medidas de seguridad, pero principalmente en la industria textil y del papel. En este apartado también introducimos las fracturas por caídas y golpes con objetos.
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