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Cianotipo
del palacete de la SMMP que albergaría las oficinas de la fundición del
Cerco y de todas las fundiciones de la compañía en España |
A
medida que nuestra asociación se ha ido desarrollando, esto es, desde
los inicios en los que casi todo el mundo nos veía como unos lunáticos
hasta hoy que somos un un colectivo "de culto" en algunas capas de la
población, se ha ido acelerando el número de hallazgos de
documentación, de planos y objetos los cuales, bien por nuestro
instinto sabueso, bien pagándolo o bien gracias a donaciones de
ciudadanos comprometidos con la causa, nos han permitido iluminar
algunos ángulos muertos de una multinacional monopolística como fue
SMMP y de paso medir su dimensión técnica, económica, propagandística
y etnográfica.
Es
así como gráfico a gráfico, documento a documento, fetiche a fetiche
vamos reconstruyendo o, mejor dicho escribiendo, el verdadero relato de
lo significó para nuestra zona ser un coto particular de esta compañía
industrial y minera (colonial) francesa.
Por
suerte, gracias a que nuestros vecinos empiezan a entender que La
Maquinilla es una entidad con capacidad para conservar, proteger, poner
en valor y difundir patrimonio industrial de todo tipo continúan
llegando a nuestras manos donaciones materiales de esta empresa que en
algunos casos tienen alguna conexión con el presente o en otras nos
hablan de sueños que nunca se materializaron.
En este último aspecto consideramos paradigmático y sin duda excepcional el plano cedido por María Isabel Barquero,
delineante peñarriblense felizmente jubilada en ENCASUR, relativo al
diseño de unas oficinas exclusivas e independientes para el servicio de fundición de esta sociedad.
Sin
fecha que permita datarlo, con la bendición del director de la compañía
y la aprobación del jefe de servicio de la SMMP, las dimensiones y
el lujo que destila permiten inferir que el edificio iba a ser pagado
por franceses, diseñado por franceses y para que trabajaran franceses
en su interior. Bueno, algún español también entraría. En tanto que todo
es terreno resbaladizo, porque sólo tenemos este trozo de papel azul,
entendemos que los objetivos perseguidos con el proyecto eran, por un
lado, ofrecer un espacio a la altura de la verdadera y más rentable
vocación de la compañía como lo era el área metalúrgica y, por una
parte, hacer patente de forma física su poderío industrial a
trabajadores y demás fauna financiera que visitara Pueblonuevo del
Terrible para hacer negocios.
En
tanto que no se han encontrado testimonios orales ni documentos
complementarios que permitan acreditar mucho más respecto a esta
singular construcción, el sentido común nos sugiere que fue concebido
en la oficina de planos del Cerco Industrial al igual que la mayoría
de inmuebles contemporáneos construidos en la etapa de mayor
esplendor de la SMMP (Almacén Central, Dirección, Papelera y Yutera), es
decir, durante los años previos a la I Guerra Mundial y en su
desarrollo (1914-1918). Y es que para ejecutar este tipo de obras tan
caras y, por qué no decirlo, tan innecesarias desde el punto de vista
económico cuando puedes "apañar" a tu legión de ingenieros con unas
oficinas más modestas es porque la empresa en aquel momento en que se
propuso la idea plasmada en el plano ganaba suficiente dinero como para
gastarlo, que no invertirlo, en obras fabulosas como aquella.
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El palacete no construido por la SMMP guarda similitudes arquitectónicas con el Petit Trianon de Veralles |
Otros
detalles como el reloj y el par de esfinges bajo el entablamento,
aventuramos que dedicada al señores Charles Ledoux y Armand Malye,
indican que el emplazamiento previsto no debía ser el interior del
Cerco Industrial sino más bien un espacio público de la colonia de
Pueblonuevo del Terrible. Se nos ocurren varias opciones: la explanada
contigua al edificio de la Dirección, hoy llena de pisos, la plaza de
Santa Bárbara, arrasando evidentemente algún grupo de viviendas-jardín
del perímetro, que para eso eran suyas, o bien el bosque de casuarinas
en el que posteriormente se construiría el hospital minero, igualmente
de la propiedad del la empresa.
En cuanto a la tipología arquitectónica a la que corresponde, el inmueble es un palacete neoclásico inspirado en el Petit Trianon de Versalles.
Hay que apuntar en ese sentido que la gran mayoría de las grandes
corporaciones industriales españolas y europeas de la época gustaban
de construir sedes más o menos faraónicas en las zonas nobles de las
ciudades en las que desarrollaban su actividad empleando en ellas,
además, otros estilos más actuales como el modernismo o el eclecticismo. No hace falta
ser muy listo para saber que las razones que justificaban estos iconos laborales eran la búsqueda de
prestigio, imagen, ostentación y si no valía ninguno de los anteriores pues
porque podían permitírselo.
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El
palacio de la tinta, en Málaga, es un ejemplo cercano de palacete
construido por una empresa minera y ferroviaria: FFCC Andaluces | | | |
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Un ejemplo lejano: antigua sede de la Real Compañía Asturiana de Minas en Madrid |
Hasta
aquí las razones por las que fue pensado este bello edificio pero, ¿
Qué hay de los motivos por los que finalmente no fue construido?
Puestos a especular consideramos que quedó en papel debido a un
cambio repentino, evidentemente a peor, de las condiciones económicas
de la multinacional francesa. Entre los factores que provocaron ese
cambio está el fin del lucrativo negocio de la Gran Guerra (1918), la
implantación de la jornada de 8 horas (1919) que encareció los costes
de forma exponencial para la compañía y, por último, las exigencias
nacionalizadoras del gobierno autoritario de Miguel Primo de Rivera
(1923) las cuales también condicionaron el desempeño de la misma en
España.
A
partir de aquí y a pesar de la introducción de testimoniales
innovaciones tecnológicas en algunas industrias del Cerco todo comenzó
a ser olvido, cierres y prisas por marcharse para la SMMP en
Pueblonuevo del Terrible. Tan sólo la intervención del Gobierno
Republicano y un país arruinado por la guerra civil frenaron el
cierre de la fundición y la huida de la SMMP de nuestra tierra. De
modo que la ambición napoleónica de construir un bonito palacete para
mayor gloria se dejaría para un mejor momento que nunca llegaría. Las
oficinas de la fundición se mantuvieron en el monumental edificio de
la Dirección hasta 1961, transformándose el palacete hasta 1972, como en
el cuento de La Cenicienta, en una vivienda calabaza.
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El último edificio que albergó las oficinas de la fundición no fue precisamente un palacete |
La
historia de la humanidad está repleta de cadáveres de empresas, países y
ciudades aspirantes a imperios y de imperios que fueron pero que
dejaron de serlo. Después están los imperios y los lugares de los que
nadie conoce su paradero porque nunca fueron. Éstos son mayoría La sede
de la SMMP que nunca fue, con su reloj, con sus blasones, con su
belleza, representa un poco de todo lo anterior: estúpida voluntad de
permanencia, más tarde impotencia y, por último, olvido. Cuando vuelvas
a ver algún plano azul de algo que ya no existe o que nunca existió
en tu pueblo recuerda que el lugar en el que vives o naciste si aparece
en los libros de historia.
Una vez más aprovechamos la noticia de esta nueva donación para trasladarles la importancia de entregar el material histórico encontrado o heredado a las instituciones filantrópicas que velan por su custodia y conservación. Es la única certeza de que este tenga alguna oportunidad de saltar a la siguiente generación y de sobrevivir en el tiempo tras nuestro paso fugaz por este amado y a veces no tan amado mundo.
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