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UN CERCO, DOS EMPRESAS


 

El acontecimiento que iba a sellar definitivamente el destino del Cerco tal y como lo conocemos hoy ocurrió el 6 de Octubre 1881, de nuevo en el número 12 de la plaza Vendôme de París, cuando la Sociedad Hullera y Metalúrgica de Belmez cede todos sus activos dedicados al plomo y la fundición de Peñarroya a una nueva entidad denominada Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya (SMMP), la cual, a partir de esta fecha rentabilizaría todo este patrimonio.

Desde aquel momento, la SHMB se dedicaría a la extracción y venta de carbón, gran parte del cual se lo proporcionaría a su gemela, la SMMP, para la obtención de plomo.

El nacimiento de esta nueva sociedad supuso la realización de cambios desde el punto de vista tecnológico en la fundición de Peñarroya y, por lo tanto en el primer Cerco industrial, lo que también se tradujo en la multiplicación de la producción de plomo dulce por cuatro entre 1881 y 1889. En el último año la fábrica ya no daba abasto con los minerales que recibía por lo que se decidió ampliar el taller de fusión con el fin de tratar más minerales de toda su área de influencia. La culminación de estas mejoras técnicas se puso de manifiesto arquitectónicamente con un nuevo, funcional y bello edificio de ladrillo de estilo neorrománico para la fundición de plomo, inaugurado en 1891.

Los hornos de la fundición de plomo son apodados cariñosamente por los obreros con los nombres de “pavo” para el principal horno de las galenas y “pavito”, para el utilizado en la fundición de otros metales preciosos como el oro o el platino que aparecían asociados a otras menas dispersas por las explotaciones mineras del Guadiato, Badajoz, Los Pedroches y Ciudad Real.

La producción y los beneficios de esta industria llegaron a ser tales que los directivos de los Consejos de Peñarroya y la Hullera, coincidentes en la mitad de los puestos, llegaron a la conclusión de que era más operativo fusionar las sociedades con el fin de potenciar la faceta metalúrgica, ahora que la compañía de Belmez estaba estancada en su crecimiento y vendía buena parte de su producción a la de Peñarroya. La unión se concretó en forma de absorción de la primera por la segunda en 1893. La sede de esta sociedad se ubicaría en Pueblonuevo del Terrible, todavía aldea de Belmez, y que un año más tarde sería un municipio independiente.


 

El primer Cerco Industrial de la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya en 1893 estaba conformado por varios pozos hulleros entre los que destacan Terrible, Santa Rosa, Parent, Shacken, la fundición de plomo más moderna de Europa, con hornos de primera y segunda fusión, un taller de desplatación, laboratorios, una fábrica de ladrillos refractarios, una fábrica de briquetas, un gran almacén y hornos de coque, éstos últimos frente a la estación de Peñarroya. Por último, hay que mencionar los talleres de ajuste, carpintería y forja que eran necesarios en toda explotación minera y que ya en este tiempo fueron ampliados y centralizados para garantizar el buen funcionamiento de este mecano de chimeneas, castilletes, lavaderos, edificios de mampostería y ladrillo así como ferrocarriles que era el primer Cerco Industrial.

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